La oración es el muro de los creyentes, es nuestra arma invencible, es la purificación de las almas, la redención de nuestros pecados, la causa de miles de beneficios.
Ella es nuestra salvación. Es el medicamento para nuestras almas. Ella es la sanación de todas las pasiones que brotan en el alma. La oración es el muro de los creyentes, es nuestra arma invencible, es la purificación de las almas, la redención de nuestros pecados, la causa de miles de beneficios. Porque la oración no es otra cosa que el diálogo con Dios y la intimidad con el Soberano de todo. ¿Quién podría ser más dichoso que aquel que se hace digno de hablar incesantemente y en secreto con el Señor?
(Traducido de: Sf. Ioan Gură de Aur, Cateheza despre faptul că moaştele sfinţilor mucenici sunt un prilej de mare folos pentru noi, în vol. Cateheze baptismale, p. 115) fuente: Doxologia
No hay comentarios:
Publicar un comentario