Palabras

Con Jesús por la mañana.

“Hay palabras que destruyen, palabras que intrigan, palabras que manipulan...Palabras que no solucionan nada. Palabras que hieren, palabras ocultas, palabras criticonas, palabras falsas…todo eso es maldición. Y esa lógica, en nuestro mundo, genera dolor, conflicto, muros. Me recuerda al episodio bíblico de la torre de Babel, cuando la palabra deja de ser vehículo de comunicación y encuentro para convertirse en muralla que separa a personas y pueblos. La lógica de Babel es devastadora” (José M. Rodríguez Olaizola sj). Cuida tus palabras, y habla si tus palabras son mejores que tu silencio. Ofrece tu día por la intención del Papa.

Con Jesús por la tarde.

“El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío" (Lc 14, 26). En la mitad de tu jornada reflexiona: ¿Vives tus "cruces" cotidianas como parte del seguimiento a Cristo? ¿Te quejas ante las dificultades o aprovechas la oportunidad para crecer en esperanza? Repite al ritmo de tu respiración: "Jesús aumenta mi fe, quiero ser tu discípulo". Continúa poniendo en práctica el propósito del día.

Con Jesús por la noche.

Recuerda los sentimientos. Mira cómo te has sentido a lo largo del día. ¿Con qué sentimientos iniciaste el día? ¿Hubo algún cambio en ellos, en razón de qué? ¿Con qué sentimientos cierras el día? Los sentimientos mueven conductas y actitudes ¿con qué sentimientos se relacionan tus actitudes de hoy? Pide perdón por aquello que te hubiera gustado que fuera diferente.