Admitir nuestros límites
Por más fuerte que podamos parecer, la verdad es que somos seres frágiles y limitados. Algunas veces preferimos esconder bajo la máscara del orgullo y de la autosuficiencia, nuestras necesidades y límites. Nos gusta hablar de ventajas y contar grandes historias. No se trata de comportarnos como "pobrecitos" y querer que todo el mundo tenga pena. Precisamos ser fuertes y no tener miedo de reconocer nuestro límite, incapacidad e impotencia para ciertas situaciones de la vida.
No quieras ser un súper héroe y aparentar que siempre está todo bien. Pide consejos. Busca ser oído por quien te pueda oír. Llora si necesitas llorar. Y no quieras ser siempre una fortaleza. Crecemos mucho más admitiendo nuestras deficiencias y límites que aparentando ser aquello que no somos!
p. Roger Araujo
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