Existe, sí!
Cuide sus pensamientos,
porque ellos se vuelven un hábito.
Cuide sus hábitos,
porque ellos se transforman en acciones.
Cuide sus acciones,
pues ellas definen su carácter!
Somo aquello que pensamos de nosotros.
¡Imagina si descubriésemos quienes somos en el pensamiento de Dios!
Con cariño y oraciones,
tu hermano,
Ricardo Sá.
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