Al comenzar a
caminar contigo la semana,
ponemos en el
Corazón de Tu Hijo, Jesús, nuestras preocupaciones,
desvelos y
miedos.
Que Su Palabra
Viva y ardiente nos levante y nos anime;
Que Su mano
poderosa nos sane y libere.
Otórganos en
la mañana las gracias que necesitamos;
Instrúyenos
con Tu Espíritu Santo;
Bendice a los
que amamos y hoy aguardan tu auxilio.
Bendice a
aquellos que, alejados de Vos, sólo traman el mal.
Sé nuestro
escudo.
Que ningún
odio anide en nosotros,
Abre caminos
de bendición y no te olvides,
En Vos
confiamos, en Vos esperamos!
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