En diversas circunstancias bien difíciles de mi historia personal pude aprender que el silencio es como una escoba capaz de barrer mentiras, contratiempos, insinuaciones y una serie de “inmundicias” de esa especie, que acostumbran ensuciar, desordenar, nuestras vidas y dificultar mucho nuestro caminar.
Si la situación que estás viviendo se presenta muy difícil, experimenta no hablar más sobre el problema. Simplemente haz silencio sobre ese asunto y haz partícipe a alguien de tu decisión.
Es que mucha gente todavía no entendió que “hacer silencio” también es un don de Dios.
Quien sabe controlar la boca controla todo lo demás.
Para desenrollar lo enrollado… ¡habla menos!
Tu hermano
Ricardo Sá
Comunidad Canción Nueva.
Fuente: Mensaje del día www.cancaonova.com
Adaptación y traducción del original en portugués.
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