viernes, 9 de enero de 2015

Buen día, Espíritu Santo!

Es en la mañana,
cuando más consciente soy que todo tiene su tiempo.
La noche cede al día,
La oscuridad ante la Luz.
Y así, consciente y lúcido,
con la certeza de saber que es el momento preciso
al saludarte a Ti, Espíritu Santo de Dios,
clamo por Vos diciendo:
¡Ven!
Tú eres mi auxilio en tiempo oportuno.
Tú eres el que inspira todo lo bueno, lo santo y lo noble.
Tú eres el que hace fecundos mis pensamientos y palabras,
mis gestos y mis anhelos.
Tú eres el que despiertas lo dormido,
y, ungiéndome con Tu Amor,
le das nueva vida a lo viejo,
a lo que rancio, perdió su sabor.
a lo que decolorido, es rechazado.
Espero, ansío y confío,
y así, lejos de todo temor te digo,
¿qué podemos hacer juntos hoy?


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