“Trabajar juntos por un mundo mejor exige la ayuda recíproca entre los países, con disponibilidad y confianza, sin levantar barreras infranqueables. Una buena sinergia animará a los gobernantes a afrontar los desequilibrios socioeconómicos y la globalización sin reglas, que están entre las causas de las migraciones, en las que las personas no son tanto protagonistas como víctimas. Ningún país puede afrontar por sí solo las dificultades unidas a este fenómeno que, siendo tan amplio, afecta en este momento a todos los continentes en el doble movimiento de inmigración y emigración”. (Papa Francisco) ¿En cuántas ocasiones has escuchado y atendido las necesidades de los más desamparados de la sociedad? Ofrece tu día y tus acciones por las intenciones del Papa.
Con Jesús durante el día:
“Dijo el Señor ¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?” (Lc 18, 7) La oración es un medio que nos ayuda a mirar al otro desde los ojos de Dios. Quien ora es capaz de salir al encuentro del otro, es capaz de brindar una mano solidaria al más desprotegido y desamparado ¿Cómo es la respuesta de tu oración?
Con Jesús por la noche:
Explorar tu interioridad. ¿A cuántas personas ayudaste hoy? ¿Qué sentimientos te produjo? Recuerda que “lo más importante no es lo que damos, sino el amor que ponemos al entregarlo” (Madre Teresa).
fuente El Evangelio en casa
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