levanto mis manos para alabarte y darte toda Gloria,
a Tí, que desde el principio aleteas sobre las Aguas;
a Tí que junto al Padre y al Hijo, haces obra nueva cada día.
Te abro de par en par las puertas y ventanas de mi vida
Las abro sólo para Ti, mi Dios y Señor,
pidiendo que Tu Gracia y Bendición me visiten.
¡Ven, derrama Tu gracia en mi!
¡Ven, coloca Tu Morada en mi interior!
Santifica y aclara mis sentidos.
Que por Ti y desde Ti
vea claro lo falso de lo verdadero.
Lléname de Tu Unción, de tu Bondad,
de tu belleza y, renovada mi vida en Tu Vida,
mi ser rinda eterna alabanza a Ti, Trinidad Santa.
Amén.
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