martes, 8 de noviembre de 2016

LITURGIA VIVA al despertar 08112016

Las palabras de Jesús en el evangelio de hoy parece que están dirigidas más a los fariseos y escribas, que reclamaban ser siervos de Dios, que a los apóstoles. Aquellos eran siervos autosuficientes; calculaban sus méritos por lo que habían hecho por Dios, y afirmaban su derecho a los premios del mismo Dios. Quizás los apóstoles, algunas veces, tampoco eran demasiado modestos en sus reclamaciones como compañeros de Jesús. Todos, unos y otros, deberían poner toda su confianza en Dios y dejarlo todo en sus manos. Lo que hemos hecho por Dios no cuenta, sino más bien lo que Él hace por nosotros en su misericordia. Estamos en sus manos.


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