No busques falsas seguridades en recurrentes elogios... aprende a escuchar a quien realmente te hace crecer.El elogio tiene en sí su importancia, sin embargo, recurrentes halagos pueden estancar el corazón en zonas de comodidad; pero, observaciones y orientaciones sinceras -aunque no nos gusten, en un primer momento- pueden hacernos progresar realmente.
p. Adriano Zandoná
adaptación del original en portugues
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