El más pequeño entre todos ustedes, ése es el más grande.
Lucas 9, 48
¿Qué significa ser importante en el Reino de Dios? Los discípulos más allegados a Jesús pensaban que su cercanía al Señor los hacía importantes. Después de todo, eran amigos íntimos del gran profeta y hacedor de milagros. No sólo eso; Jesús les había confiado una parte de su propio ministerio, dándoles autoridad sobre los demonios y poder para curar enfermos y predicar el Evangelio. Por eso les parecía natural deducir que merecían un reconocimiento especial, pero tal conclusión los llevó a discutir entre ellos acerca de cuál era el más importante de todos.
Al parecer, no habían logrado asimilar lo que Jesús les acababa de anunciar: que él sería traicionado y entregado a sus enemigos, pero que no ejercería su poder ni su autoridad para salvarse. En realidad, se entregaría hasta la muerte y pedía a sus discípulos que hicieran lo mismo. Jesús trataba de hacerles ver que la grandeza en el Reino de Dios no es algo que pertenezca a un grupo exclusivo ni que se vea en demostraciones de poder o autoridad.
Cristo sabía que los discípulos no entendían correctamente, así que aprovechó la oportunidad para enseñarles. Les presentó a un niño —que en la antigüedad era subestimado— y les enseñó los valores del Reino de Dios: no buscar la gloria ni el poder mundano, sino optar por la humildad y el servicio y aceptar a todos, hasta el más humilde.
El Señor exhortó a sus discípulos a despojarse del afán de grandeza y reconocer que el poder de Dios puede manifestarse a través de cualquier persona, especialmente el que sea fiel y humilde, y por lo menos que no se ponga en contra de él.
¡Ciertamente debemos reconocer que el mensaje del Evangelio de San Lucas es una buena noticia! La nobleza es un regalo de Dios, pero no para quienes desean ser potentados e influyentes, sino para los que sirven con humildad; la verdadera grandeza no se promueve procurando riquezas ni posiciones de poder o influencia, sino aceptando y poniendo en práctica los dones de Dios.
Y tú, querido lector, ¿quieres impresionar a los demás por lo que tienes o lo que haces o te limitas a servir a tu Señor con humildad y fidelidad?
“Señor Jesús, enséñame a ser sencillo. Ayúdame a no desear el poder del dinero ni ser importante, sino más bien servir con amor y humildad.”
Job 1, 6-22
Salmo 17(16), 1-3. 6-7
fuente: Devocionario Católico La Palabra sobre nosotros
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