Tú eres La Bendición prometida y esperada;
Tú eres quien alegra la vida de la Iglesia,
el corazón de todo hombre.
Tú quien iluminas lo más sombrío,
y das calidez a todo gélido corazón.
Asístenos en el día,
otórganos fuerza Dios y sabiduría
para enfrentar todas las tareas.
¡Ven y siembra el anhelo de servirte y glorificarte!
Ven con tu poder a blindar nuestro corazón
de los malos deseos y las acciones de los que no nos aman.
¡Ven, y muéstrate propicio!
habla en lo profundo: ¿qué podemos hacer juntos hoy?
Asístenos en el día,
otórganos fuerza Dios y sabiduría
para enfrentar todas las tareas.
¡Ven y siembra el anhelo de servirte y glorificarte!
Ven con tu poder a blindar nuestro corazón
de los malos deseos y las acciones de los que no nos aman.
¡Ven, y muéstrate propicio!
habla en lo profundo: ¿qué podemos hacer juntos hoy?
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