Cuando ores y tu mente se disperse, lucha hasta que puedas orar sin distraerte.
Cuando ores y tu mente se disperse, lucha hasta que puedas orar sin distraerte. Vigila tu mente para que no se distraiga. Y si esa situación persiste, debido a tus debilidades, hasta que termines de orar, busca cómo alcanzar la compunción de corazón y di lleno de arrepentimiento: “Señor, ten piedad de mí y perdona todas mis faltas”. Y recibirás el perdón de todas tus faltas y de la distracción que atravesaste cuando orabas.
(Traducido de: Sf. Varsanufie şi Ioan, Scrisori duhovnicești, răspunsul 444, în Filocalie, vol. XI, p. 433) - Fuente Doxologia
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