Debemos tener siempre presente que “El camino de los rencorosos lleva a la muerte”. (Proverbios 12, 29)
La amargura se haya atada al recuerdo del mal sufrido. En consecuencia, cuando la mente nos recuerde el rostro de nuestro semejante, con amargura, es que nos está recordando también el mal que éste nos hizo. Debemos tener siempre presente que “El camino de los rencorosos lleva a la muerte”. (Proverbios 12, 29)
Si te acuerdas del mal que alguien te hizo, ora por esa persona y con esto estarás deteniendo en seco esa debilidad tuya. Además, estarás separando, con tu oración, tu tristeza y el recuerdo del daño que el otro te hizo. Así, amando a tus semejantes, estarás borrando también la pasión que dominaba tu corazón. Si, al contrario, tu semejante se acuerda del mal que le hiciste, compórtate con humildad ante él y permanece cerca, con amor, para que logre vencer aquella inclinación.
(Traducido de: Sfântul Maxim Mărturisitorul, Capete despre dragoste, traducere, introducere şi note de Pr. Prof. Dumitru Stăniloae, în „Filocalia”, vol. II, Editura Humanitas, Bucureşti, 1999, pp. 134-135) Doxologia
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