sábado, 3 de enero de 2015

Superstición: ¿ella influye en tu vida?

La historia de la humanidad está llena de historias relacionadas con la superstición

Miedo de gato negro, no pasar debajo de las escaleras, poner la imagen de San Antonio de cabeza, entre muchas otras, son historias que están en la vida de todos nosotros. Las supersticiones son tan antiguas cuanto la humanidad. Están presentes en la historia y asociadas con rituales paganos en que las personas alababan la naturaleza.

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¿Quién nunca escucho hablar de una de ellas? Durante siglos convivimos con esa costumbre, muchas veces, sin saber como nacieron. Algunas de estas prácticas son tan presentes en nuestro cotidiano que las multiplicamos automáticamente en nuestras vidas. Existe el relato de que la ropa blanca utilizada, por muchos, en Año Nuevo, es influencia de tribus africanas, el color que quiere decir paz y purificación. Tocar en la madera es un hábito antiguo de los paganos, que creían que los árboles eran morada de los dioses y tocaban la madera como forma de espantar los malos espíritus que se quedaban al alrededor, llamando el poder de las divinidades.

El termo “superstición” viene del latín “superstitio”, se origina en lo que creemos a partir del conocimiento popular, tratase de una creencia sin base en la razón o conocimiento o todavía algo muy relacionado al comportamiento supersticioso y mágico, conectado a la mayor o menor “suerte” en una determinada situación.

Desde la Antigüedad, los pueblos estaban llenos de creencias conectadas a aspectos mágicos, identificando situaciones que podrían dar o no suerte para aquellos que siguen determinadas prácticas. Muchas supersticiones nacen de hábitos del pasado que tienen sentido, pero cuya razón se perdió a lo largo del tiempo, multiplicando una situación inexistente, que muchas veces viene de una forma fácil y tranquila. Usar la ropa de suerte, la bebida especial, la planta de tal tipo.

La superstición responde a nuestras necesidades de seguridad, conforme la afirmación de Kloetzel. “No es solo una coincidencia que, justamente en el campo de la salud y de la enfermedad, nuestro desamparo se vuelve más evidente, es más ‘minado’ por toda tipo de creencias”[....] “También sabemos que es entre los ancianos, con las ideas de muerte dando vueltas en la cabeza, que el misticismo y la religión encuentran mayor numero de devotos”, revela el autor.

La verdad es que por más que digan que la religión puede llevar características supersticiosas, es un gran error confundir las cosas, porque la religión no es magia. El acto supersticioso es el acto de llevar un talismán, evitar situaciones, practicar actos de suerte o cosas similares.

Religión es algo que permanece con el tiempo y es necesario es creer de forma intensa; ya la superstición es algo en que no se cree 100%, pero se hace esto o aquella simpatía, lleva un objeto de suerte.
Lo que llamamos de comportamiento supersticioso ni siempre es comprobado y, a menudo, es legendario, es decir de tanto creer que algo que da suerte o no, la tradición dió a aquel número, objeto o situación un carácter que favorece la creencia.

¿Y tu? ¿Ya te detuviste para pensar en aquello que cultivas y crees? ¿Has dado más valor a las supersticiones que a tu vida de cristiano?

Te dejo una reflexión para revisar como cada uno de nosotros asumimos miedos, creencias que a menudo movilizan nuestras vidas.
¡Abrazo fraterno!

Elaine Ribeiro dos Santos
Psicóloga Clínica y Organizacional, colaboradora de la Comunidad Canción Nueva
fuente Canción Nueva

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