miércoles, 4 de febrero de 2015

Una solución en la lucha contra el pecado

Se caemos durante al caminar,
la solución ideal el arrepentimiento para vencer el pecado

¡Necesitamos ser decididos!
El gran mal es llevar una vida “más o menos”.
La decisión de romper con el pecado está en nosotros, y Dios esta aún más presente, con toda Su gracia, para liberarnos de ese mal.
La primer posición de todo guerrero es: romper con el pecado y, después, cada nuevo día tomar la decisión:
“¡Por hoy yo no voy más pecar!”.

Tu necesitas luchar y llegar integro a Dios Padre.
El cielo es para los decididos, para los apasionados; el infierno es para los blandos, los débiles y indecisos. Si caemos durante al caminar, la solución ideal es el arrepentimiento. Arrepiéntete inmediatamente, porque tenemos un Defensor, un abogado de defensa ante del Padre: Jesucristo, el Justo. Él es victima de expiación por nuestros pecados y los del mundo entero.

Nadie va a quedar en la tierra eternamente.
Seremos trasplantados en el lugar de aquel a quien servimos. O servimos a Dios, nuestro Padre, o servimos al príncipe de este mundo, que es un traidor, un usurpador, que quiere robar los hijos del Señor.
No es posible servir al príncipe de este mundo y esperar ser trasplantados en la casa de Dios, el cielo. Tu no tienes un lugar reservado en el infierno. ¡Tu solo vas para allá si quieres e insistes!
Nuestra meta debe ser romper con el pecado y seguir a Dios.
Invertir la vida en aquello que es definitivo: nuestra morada es en el cielo.

Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
fuente Canción Nueva
Adaptación de la traducción original

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