¡Buen día, Espíritu Santo!
Al comenzar el día quiero pedirte la gracia de tratarte como lo que eres...
Mi Dios Espíritu Santo!
Mi Defensor y Abogado,
Aquel que me encamina y me sostiene.
Agradezco Tu Amor que me trata por lo que soy,
hijo, hermano y amigo.
Dame la gracia de aprender a identificar Tu Voz entre las voces;
que las tareas y dificultades del día no distorsionen Tu Voz,
no apaguen tus señales,
no oscurezcan la contemplación de Tu presencia.
¡Amén!
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