Cuando el corazón vive marcado por las penas y rencores es muy difícil tomar decisiones razonables y coherentes. La más ardua y difícil decisión de la vida es la de purificar el corazón, esa es la más urgente y necesaria decisión de la vida. Cuando no somos comandados por la amargura de las decepciones y frustraciones, luz y paz iluminan nuestra alma!
p. Roger Araujo
Adaptación del original en portugués
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