miércoles, 1 de marzo de 2017

Meditación: Joel 2, 12-18


Miércoles de Ceniza

Vuélvanse a mí de todo corazón. (Joel 2, 12).

“Vuélvanse a mí”, nos pide el Señor. ¿Por qué quiere el Señor que nos volvamos a él ahora mismo? La razón es la siguiente: Porque el Señor “es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en clemencia” (Joel 2, 13).

Por lo general, casi nadie quiere que llegue la Cuaresma. ¿Por qué? Por los ayunos, los actos de arrepentimiento y la negación propia que nos toca hacer. Pero el sentido principal de esta temporada no son los sacrificios y las privaciones, sino la gracia que Dios nos quiere prodigar a manos llenas. Más que nada, la Cuaresma es un tiempo de gracia que nos invita a prepararnos lo mejor posible para celebrar los acontecimientos más trascendentales de la historia de la humanidad: ¡La Muerte y la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor!

Por eso, la Iglesia nos invita a poner atención a Dios especialmente en estos 40 días de la Cuaresma, porque él se nos quiere revelar de una manera nueva y profunda. La misericordia divina es algo urgente, porque en este tiempo el Todopoderoso quiere hacer cosas maravillosas en nuestra vida, y es más probable que ocurra si nos decidimos a “volvernos” a él.

Así que, hermano, ponte en manos de Dios en esta Cuaresma y deja que él te llene. Para eso, proponemos aquí ciertas prácticas diarias para hacer precisamente eso:

  • Dedica un tiempo de quietud cada día a hacer oración personal, alabar a Dios y darle gracias por su amor, su gracia y su perdón.

  • Hazte un diario examen de conciencia para reconocer tus pecados y arrepentirte de todo lo malo que hayas cometido y te impida ser un reflejo de la presencia de Dios. Si al hacerlo, recuerdas algún pecado grave, anda a confesarte sacramentalmente, para que el Señor te lleve de la mano.

  • Lee algún pasaje de la Sagrada Escritura cada día y medítalo, para ver qué te dice el Señor. Pídele al Espíritu Santo que te ayude a entender correctamente el sentido de lo leído.

  • Participa en alguna de las actividades de la Iglesia, no solo en Misa, sino en algún servicio o apostolado especialmente de ayuda a los demás.
“Amado Padre celestial, yo quiero responder a tu urgente llamado. Ayúdame, Señor, a volverme a ti y dedicar tiempo para orar y mantenerme en comunión contigo en esta Cuaresma y siempre.”
Salmo 51(50), 3-6. 12-14. 17
2 Corintios 5, 20—6, 2
Mateo 6, 1-6. 16-18

fuente: Devocionario católico la palabra con nosotros

1 comentario:

  1. Excelente referencia hacia la vida de cada uno porque cuaresma debería ser siempre y disponer un corazón sincero siempre
    Dios les bendiga amigos hermanos

    ResponderEliminar