Querida Familia Piedras Vivas,
Que en esta octava de Navidad,
al despertar, al andar el día,
en el trabajo, el descanso y las pruebas,
en medio de cada dificultad, de cada alegría,
el Dios de la Vida que nos fue dado en Belén te sane, te libere de toda atadura;
Que Su Gracia, la gracia del Espíritu Santo, te llene de Su amor, te acompañe en tus batallas;
Te revista de Su armadura y te ayude a ganar;
Que seas lleno de Fuerza del Cuelo, aquella que te anima a decir que no a todo pecado
y ternura para decir que si donde haya vacío de amor,
Que ese mismo Espíritu te haga sonreír, alabar, agradecer y celebrar
junto a los que te aman.
Amén!
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