sábado, 14 de noviembre de 2015

DON DE SANACIÓN

El don de la fe lleva, en sus engranajes, el don de la sanación y de los milagros. Más allá de la cura física –algo muy bello!-, la fe promueve la sanación interior, la sanación del corazón, del alma, de los sentimientos. ¡Ni imaginamos cuánto la vida nos hiere! Por eso lindo que exista “sanación interior” de las personas.

Puede que pienses: “Pero, ¿cómo debo orar?” Pidiendo por las personas, rogando por ellas.


Quien se siente llamado al ministerio de sanación del corazón sabe de su importancia.
A mucha gente le gustaría progresar en la vida espiritual, pero no consigue por causa de los traumas, de los bloqueos, de las heridas y marcas del propio pasado.

Ábrete a ese don, dispónete a orar por la sanación interior de tus hermanos.
No esperes hacer en los inicios grandes oraciones; apenas reza y, si vienen las palabras, ora de acuerdo con ellas.
Llénate de coraje y comienza a orar.
Verás cuántas cosas el Señor va a hacer por intermedio de ti.


Tu hermano,
Mons. Jonas Abib
fuente: Mensaje del día portal Canção Nova

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