Buen día, Señor y Padre mío,
No conozco otro despertar más sereno,
-Aún en la inquietud que éste presente-,
Porque contemplo Tu Corazón latiendo por mi
Y de ése Lugar no me quiero alejar.
Y si Tu voz en el amanecer se hiciese presente rompiendo silencios,
si te atrevieses a preguntarme qué necesito para ser feliz
Sólo podría decirte que Tu Espíritu vuelva
una y otra vez sobre mi,
limpiando y liberando aquello que no viene de Ti.
No conozco otro despertar más sereno,
-Aún en la inquietud que éste presente-,
Porque contemplo Tu Corazón latiendo por mi
Y de ése Lugar no me quiero alejar.
Y si Tu voz en el amanecer se hiciese presente rompiendo silencios,
si te atrevieses a preguntarme qué necesito para ser feliz
Sólo podría decirte que Tu Espíritu vuelva
una y otra vez sobre mi,
limpiando y liberando aquello que no viene de Ti.
Y te doy Gracias Padre,
Porque sé que Él vendrá;
No tendrá la medida de mis deseos,
Ni de mis esperanzas,
Ni de mis expectativas,
Porque Tu Amor es Mayor que Todo.
Pasa dejando Tu huella,
Que esa huella se vuelva una marca,
Y Así como las arrugas van recordándone el paso del tiempo;
Así ellas también me recuerden, hoy y siempre, de donde vengo,
A dónde voy y quien soy:
Hijo de la Gracia,
Hijo Tuyo.
Amén
Porque sé que Él vendrá;
No tendrá la medida de mis deseos,
Ni de mis esperanzas,
Ni de mis expectativas,
Porque Tu Amor es Mayor que Todo.
Pasa dejando Tu huella,
Que esa huella se vuelva una marca,
Y Así como las arrugas van recordándone el paso del tiempo;
Así ellas también me recuerden, hoy y siempre, de donde vengo,
A dónde voy y quien soy:
Hijo de la Gracia,
Hijo Tuyo.
Amén
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