El demonio procura por todos los medios que no experimentes el abrazo del Padre, hace de todo para que no te asemejes a Cristo. El demonio no está preocupado con quienes están en los carnavales, sino que está preocupado por ti que quieres una vida en Dios.
¡El demonio está interesado en ti! ¡Ten cuidado!
Necesitas salir de aquí, de este encuentro, lleno del Espíritu Santo, renovado y configurado a Jesucristo, para resistir los ataques del demonio.
Hoy, el Señor te está invitando a nacer del Espíritu como Nicodemo, un cristiano “escondido” en medio de los fariseos, pues admiraba a Jesús.
Necesitas salir de aquí, de este encuentro, lleno del Espíritu Santo, renovado y configurado a Jesucristo, para resistir los ataques del demonio.
Hoy, el Señor te está invitando a nacer del Espíritu como Nicodemo, un cristiano “escondido” en medio de los fariseos, pues admiraba a Jesús.
Era un cristiano “disfrazado”. ¿También eres un cristiano disfrazado, “a escondidas”?
El Señor te pide que te configures de acuerdo a Él. Por eso, debes eliminar varios pecados de tu vida, como la inmoralidad sexual, la impureza, los malos deseos, la ganancia, ira, la maldad, palabras indecentes y las mentiras (Col 3,5-10).
La convivencia nos asemeja a las personas con las que convivimos. ¿Quieres parecerte con Jesucristo? El Beato Bartolo Longo dice: “Tal como dos amigos, que se encuentran constantemente, acostumbran a parecerse hasta en los hábitos, así también nosotros, conversando familiarmente con Jesús y con la Virgen, al meditar los misterios del Rosario, viviendo unidos en una misma vida por la comunión, podemos ser, en cuanto sea posible por nuestra pequeñez, semejante a ellos”.
Si amas, piensas y sueñas con Jesús, serás más feliz. Es necesario “cristificar” la vida. Un día una hermana me dijo: “Convertida ya eres, pero necesitas perfeccionarte en las pequeñas cosas”. Tú ya hiciste una experiencia con Jesús, pero es necesario cuidar de lo pequeño, de los pecados del día a día.
Dios nos da herramientas para combatir nuestras tendencias.
El Señor te pide que te configures de acuerdo a Él. Por eso, debes eliminar varios pecados de tu vida, como la inmoralidad sexual, la impureza, los malos deseos, la ganancia, ira, la maldad, palabras indecentes y las mentiras (Col 3,5-10).
La convivencia nos asemeja a las personas con las que convivimos. ¿Quieres parecerte con Jesucristo? El Beato Bartolo Longo dice: “Tal como dos amigos, que se encuentran constantemente, acostumbran a parecerse hasta en los hábitos, así también nosotros, conversando familiarmente con Jesús y con la Virgen, al meditar los misterios del Rosario, viviendo unidos en una misma vida por la comunión, podemos ser, en cuanto sea posible por nuestra pequeñez, semejante a ellos”.
Si amas, piensas y sueñas con Jesús, serás más feliz. Es necesario “cristificar” la vida. Un día una hermana me dijo: “Convertida ya eres, pero necesitas perfeccionarte en las pequeñas cosas”. Tú ya hiciste una experiencia con Jesús, pero es necesario cuidar de lo pequeño, de los pecados del día a día.
Dios nos da herramientas para combatir nuestras tendencias.
El don del temor de Dios nos indica cuando no estamos yendo por el camino adecuado.
La fortaleza nos mantiene firmes.
Necesitamos ser atletas de Cristo, esforzarnos por el ascenso, buscar lo espiritual.
Asemejémonos a Jesús, para ganar la vida eterna y para ser más felices.
Rogéria Moreira
Misionera de la Comunidad Canción Nueva
Prédica durante el Retiro de Carnaval 2017
adaptación del original publicado por el portal Canción Nueva en español.
Rogéria Moreira
Misionera de la Comunidad Canción Nueva
Prédica durante el Retiro de Carnaval 2017
adaptación del original publicado por el portal Canción Nueva en español.
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