En los evangelios encontramos innumerables ejemplos de personas que buscando la verdad en Cristo, cambiaron el rumbo de sus vidas. Es interesante que buscando un verdadero encuentro con Cristo, Dios fue a su encuentro. Cuando esas personas encontraron a Cristo, se dieron cuenta de la verdad y sus vidas nunca más fueron las mismas. Después que encontramos a Jesús, no vale la pena volver atrás, pues la verdad está en nosotros.
Debemos siempre buscar a Jesús, actualizar y revivir nuestro encuentro con El, pues nuestro entendimiento tiene que ser constantemente transformado, pues no vale la pena volver atrás, porque nunca más veremos el mundo con los mismos ojos. Necesitamos purificar al hombre viejo que hay en nosotros, pues la vieja naturaleza quiere volver.
Aun cuando estamos haciendo la obra de Dios, necesitamos constantemente renovar nuestro encuentro con Jesús, porque en las relaciones humanos nos decepcionamos, nuestro orgullo se hiere, por eso necesitamos siempre recordar que encontramos a Jesús y no vale la pena volver atrás.
No vivimos venticuatro horas de buen humor, no vivimos todo el tiempo dispuestos, pero es gracioso como esperamos eso de los otros. Cuando nuestra naturaleza es transformada logramos ser más comprensivos con las debilidades de los otros, a ejemplo de Cristo. Como imitadores de Cristo debemos imitar también su misericordia.
Somos imitadores de Cristo, y en ese camino no vale la pena regresar, sino dejar que nuestra naturaleza sea constantemente transformada por una renovación constante de nuestra conversión. Que hoy nos encontremos con El y no volvamos atrás pues El no nos decepcionará.
Marelena Cardoso
Consagrada de la Comunidad Canción Nueva
Homilia durante el Campamento de Carnaval 2017
adaptación de lo publicado en Canción Nueva (portal en español)
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