Corazón transformado
Con Jesús por la mañana.
Iniciamos el camino de Cuaresma, «En el periodo de Cuaresma, oramos diciendo: “Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados; mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas”. Ten misericordia de todos nosotros» (Papa Francisco). ¿Qué te gustaría que el Señor transforme en tu corazón? Únete a la Red para rezar junto al Papa: Por los cristianos perseguidos, para que experimenten el apoyo de toda la Iglesia, por medio de la oración y de la ayuda material.
Con Jesús por la tarde.
«Cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; les aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha» (Mc. 6, 1-6). Repite al ritmo de tu respiración con fe con fe «Señor, dame un corazón semejante al tuyo».
Con Jesús por la noche.
Agradece los encuentros. Trae a la memoria las personas que hoy encontraste. ¿Recuerdas a alguien en especial? ¿Qué ha sido significativo para ti de ese encuentro? ¿Qué sentimientos te ha dejado? ¿A qué te han movido esos sentimientos? Agradece a las personas de este día y ofrécelas a Dios para que las cuide.
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