Cuando en nuestra vida surge algún contratiempo o dificultad, es preciso analizar dicha situación, hacer un "diagnóstico". Pero con frecuencia tenemos el impulso de pasar de forma inmediata del diagnóstico a la búsqueda de culpables. Y encontrado el culpable, automáticamente comenzamos a pensar en el castigo a infligir.
Los mismos discípulos de Jesús, al pasar junto a un ciego de nacimiento, le preguntan: "Maestro, ¿quién pecó para que naciera ciego? ¿Éste o sus padres?"(Jn.9,2). Es la tentación de entender el sufrimiento como un castigo divino. Si algo va mal, es porque hiciste algo malo. ¡Dios te ha castigado! ¡Algo habrás hecho!
Jesús, al pasar junto al ciego de nacimiento, cambia la perspectiva de sus discípulos. Cristo les advierte que no es cuestión de pecado: es "para que se manifieste en él la gloria de Dios" (Jn.9,3). Es como si Cristo les dijese: la única razón por la que existe la noche es por el amanecer; la única razón por la que existe la tristeza, es para que podamos gozar con la alegría y la sonrisa; la única razón para avanzar por el desierto es poder llegar y contemplar el jardín.
Sí, la mirada pascual de Cristo cambia nuestra perspectiva. La muerte existe para que podamos gozar la Vida. La enfermedad existe para que podamos valorar la salud. Mi pecado existe... para que pueda manifestarse la Gracia. "Dios demuestra su amor por nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Rm.5,8).
Aprendamos a mirar lo malo, lo difícil, lo doloroso, como una semilla de la que tiene que salir algo distinto. Y es en ese paso donde se muestra la gloria divina. "Que se alegre el desierto, tierra seca; que se llene de alegría, que florezca, que produzca flores como el lirio, que se llene de gozo y alegría. Dios lo va a hacer tan bello..., tan fértil..." (cfr. Is.35, 1-2)
Dejemos de indagar pecados y buscar culpables. Miremos cada noche como preludio del día que amanece y cada dificultad como raíz de donde vendrá la solución.
David FornielesCoordinador del
Movimiento Eucarístico Juvenil
en España
Publicado en el sitio "Click to Pray"
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