viernes, 19 de enero de 2018

RESONAR DE LA PALABRA Evangelio según San Marcos 3,13-19.

Evangelio según San Marcos 3,13-19. 
Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él, y Jesús instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios. Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó. 

RESONAR DE LA PALABRA

Carlos Latorre, cmf
Queridos amigos:
Para responder a las demandas de una multitud sin fronteras, Jesús elige a un grupo de personas, a las cuales confiere su propia misión y autoridad. Ninguno de los elegidos ha presentado su “curriculum” ni los méritos que le avalan para formar parte de los íntimos de Jesús Es una elección en la que sólo cuenta la voluntad de Jesús, su predilección y su amor. Es una elección con una doble finalidad: para estar con él y formar una comunidad y para enviarlos a predicar, es decir para ser capaces de trabajar juntos. Han de trabajar unidos aunque estén viviendo en lugares muy distantes unos de otros.
Nadie está preparado para la misión, es el Señor quien elige, prepara y envía. Características importantes del seguimiento de Jesús son la comunidad y la misión.
En resumen: nosotros elegimos a los amigos, a los que nos parecen más agradables. Pero Jesús llama con otros criterios. Nos sorprende que elija y entregue su poder y autoridad a personas que van a actuar en su nombre, pero están cargadas de defectos. En ese pequeño grupo de los apóstoles había gran variedad: allí estaba el pescador que luchaba cada día para dar de comer a su familia, y allí también estaba el corrupto recaudador de impuestos que se aprovechaba del dinero de la gente. De esas historias variadas Jesús hizo una comunidad para transformar el mundo. Son los compañeros de Jesús, los que caminan con él, y eso es lo principal. Los llamó para transmitir su Palabra, y les dio poder para liberar a la gente de sus males. Cada uno de nosotros, a su manera, puede vivir esa llamada. No les ocultó lo mucho que tendrían que sufrir para llevar adelante la tarea encomendada.
Es maravilloso observar que Dios no trabaja con nuestros defectos, sino con nuestras cualidades, con nuestras posibilidades, como enseña la fábula de la carpintería (1). Por eso sorprende tanto la obra de la evangelización en el mundo, porque con medios a veces muy limitados, sin embargo se realizan grandes obras para hacer avanzar el reinado de Dios en esta tierra. Todos estamos llamados a aportar nuestro granito de arena para que Dios nuestro Padre sea conocido, amado y servido por nuestros hermanos que están alejados de él.
Vuestro hermano en la fe

Carlos Latorre
Misionero Claretiano
carloslatorre@claretianos.es

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

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