«Si quieres seguir al Señor, elige el camino de la pobreza y si tienes riquezas porque el Señor te las ha dado para servir a los demás, pero tu corazón, desapegado. El discípulo no debe temer a la pobreza, al contrario: debe ser pobre. La persecución de la calumnia, de los rumores y el cristiano está callado, tolera esta “pobreza”. A veces es necesario defenderse para no dar escándalo… Las pequeñas persecuciones en el barrio, en la parroquia … pequeñas, pero son la prueba: la prueba de una pobreza. Sólo, olvidado, degollado por la debilidad de un rey, el odio de una adúltera y el capricho de una chica: así terminó el hombre más grande de la historia, Juan Bautista. Y sin ir tan lejos, tantas veces en hogares de ancianos donde hay sacerdotes o monjas que han pasado sus vidas predicando, se sienten solos, solos con el Señor: nadie les recuerda»
Santo Padre Francisco
Homilía en Santa Marta 18.10.2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario