El Señor puede darnos cosas materiales, puede cambiar una situación a nuestro alrededor, pero lo principal, lo que Él quiere realmente es a cada uno de nosotros.
Nuestro Dios es un Dios de milagros, pero no sólo eso, Él es un Dios cercano. Es un Padre que nos acoge del modo en que estamos, con nuestras actitudes, con la gratitud que está en nuestro corazón. El Padre quiere que salgamos del punto donde estamos parados y nunca nos acomodemos.
El Señor nos acoge con lo que tenemos, con nuestras elecciones. Vayamos más allá del desierto, más allá de la rutina. Que en nuestra vida simple, podamos tocar lo extraordinario, que podamos ampliar nuestra visión hacia el mundo espiritual.
Edvania Duarte
Canção Nova
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