Un hermano le preguntó al anciano Pimeno sobre la lucha con los malos pensamientos.
Un hermano le preguntó al anciano Pimeno sobre la lucha con los malos pensamientos. Y el anciano le respondió: «Esto es como un hombre que observa que a su izquierda se enciende un fuego, mientras que a su derecha tiene una vasija con agua. Cuando vea la llama encenderse, tomará la vasija y arrojará el agua sobre el fuego, para que se apague. El fuego es la semilla del maligno, y el agua es arrojarte tú mismo delante de Dios.»
(Traducido de: Patericul, ediția a IV-a, revizuită, Editura Reîntregirea, Alba-Iulia, 2004, p. 200)
fuente Doxologia
No hay comentarios:
Publicar un comentario