Es verdad que el Señor nos ayuda a transitar los temblores de la vida, es verdad que, al permanecer firmes delante del Señor, enfrentamos las tormentas de la vida, vencemos sobre el fuego de las pasiones y de las vanidades. Pero nosotros escuchamos al Señor en la brisa suave, en el silencio del corazón, cuando conseguimos calmar y aquietar nuestro corazón y permitimos que él sea colmada de una gran serenidad, donde escucharemos lo que el Señor quiere decirnos!
p. Roger Araujo
Adaptación del original en portugués
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