Antes de cualquier vivencia mística, es necesaria la orientación escrupulosa de acuerdo a la más precisa ciencia del alma
A menudo suele confundirse la mística con la poesía (cuando no se emiten sobre ella juicios más ofensivos, que no precisamente se refieren a la mística cristiana, luminosa, ordenada y amiga de la razón, sino a diferentes corrientes culturales, irracionales, viciosas y unilateralmente sentimentales), Pero, hay que recordar que antes de cualquier vivencia mística, es necesaria la orientación escrupulosa de acuerdo a la más precisa ciencia del alma. Los Santos Padres sostienen incansablemente que el alma debe ser conducida “de forma científica” y que la “ciencia” más elevada es la de guiar el alma. Justo después de esa paulatina ascensión del alma—de acuerdo a normas establecidas “científicamente”—, hasta llegar a la virtud del amor, el hombre se llena ante sí mismo y ante los demás, del encanto de la belleza espiritual y de la inefable presencia de Dios.
(Traducido de: Părintele Dumitru Stăniloae, Introducere la Filocalia I, ediţia II, Institutul de Arte Grafice „Dacia Traiană” S.A., Sibiu, 1947, p. IX-X)
fuente Doxología
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