La oración de sanación tiene el poder de libertarnos de las cadenas interiores
Señor, líbrame de toda amargura y sentimiento de rechazo que traigo conmigo. Sáname, Señor. Toca corazón con Vuestra mano misericordiosa y sanarlo.
Sé que sentimientos de angustia no viene de Vosotros, pero del enemigo que intenta hacerme infeliz y desanimado, porque tu me elegiste, así como yo vos elegí para servir y amar.
Envíame, porque, Vuestros santos ángeles, a fin de que me liberten de toda angustia y sentimiento de rechazo, así como los enviaste, para libertar de la prisiones Vuestros apóstoles que, sin embargo injustamente castigados, vos alaban y cantaban con alegría y valentía. Hazme también siempre alegre y agradecido, a pesar de las dificultades de cada día. ¡Amen!
Tu hermano,
Monseñor Jonas AbibFundador de la Comunidad Canción Nueva
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