Con Jesús por la mañana.
"La verdadera enseñanza que trasmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos." (San Francisco de Asís). La coherencia de vida de algunas personas que pasan por tu vida ayuda a tu vida de fe. ¿Reconoces quiénes son Buena Noticia para ti? ¿Qué actitudes de ellos te hablan de Dios? Llámalos, encuéntrate con ellos y hazles saber lo importantes que son en tu vida de fe. Agradece por ellos y ofrece tu día por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde.
“Jesús dijo: No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor” (Mt 20, 26). El servicio es el estilo de Jesús. ¿Sirves en tu trabajo, en tu familia, en tu comunidad? Realiza un pequeño servicio, con sencillez, sin esperar recompensa ni agradecimiento, sólo por amor a Dios y a los hermanos. Repite al ritmo de tu respiración: «Ayúdame a servirte mejor», mientras concretas el propósito del día.
Con Jesús por la noche.
Recuerda los sentimientos. ¿Cómo te has sentido en esta jornada? ¿Con qué sentimientos iniciaste el día? ¿Hubo algún cambio en ellos, en razón de qué? ¿De qué manera vas llegando al anochecer? ¿Qué actitudes tuviste? Pide perdón por aquello que te hubiera gustado que fuera diferente.
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