lunes, 24 de julio de 2017

Sobre la indulgencia con nuestros semejantes

«Si el hombre llega al nivel de las palabras del Apóstol, quien dice que para el puro todo es puro (Tito 1, 15), empezará a considerarse a sí mismo como inferior a toda la creación».






Dijo el anciano Pimeno: «Si el hombre es capaz de negarse a sí mismo, podrá soportarlo todo» (...)

Dijo otra vez: «Si el hombre llega al nivel de las palabras del Apóstol, quien dice que para el puro todo es puro (Tito 1, 15), empezará a considerarse a sí mismo como inferior a toda la creación». Y dijo un hermano: «¿Cómo considerarme peor que los asesinos?». Y dijo el anciano: «Si el hombre llega a hacer realidad las palabras del Apóstol, al ver a un asesino, pensará: éste ha cometido solamente un pecado, pero yo mato a mis semejantes todos los días.»

Lo mismo le preguntó aquel monje al anciano Anuv. Y éste le respondió: «Si el hombre alcanza esta palabra y ve las debilidades de su hermano, con justicia las dejará pasar.» Y preguntó el monje: «¿Y cuál es esa justicia?». «Difamarse siempre a sí mismo», respondió el anciano.

(Traducido de: Patericul, ediția a IV-a, revizuită, Editura Reîntregirea, Alba-Iulia, 2004, p. 193)
fuente Doxología

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