Tema: CONOCIMIENTO DE SI MISMO
Las oraciones, exámenes, reflexiones, actos de renuncia de nuestra propia voluntad, de arrepentimiento por nuestros pecados, de desprecio propio, realizado todo a los pies de María, ya que por Ella esperamos la luz para conocernos a nosotros mismos. Junto a Ella, podremos medir el abismo de nuestras miserias sin desesperar. Debemos emplear todas nuestras acciones piadosas en pedir un conocimiento propio y el arrepentimiento de nuestros pecados: y debemos hacer esto con espíritu de piedad. Durante este período, consideraremos tanto la oposición que existe entre el espíritu de Jesús y el nuestro, como el miserable y humillante estado en que nos han reducido los pecados. Además, siendo la verdadera devoción una manera fácil, corta, segura y perfecta para llegar a esa unión con Nuestro Señor, que es la perfección a la imitación de Cristo. Entraremos decididamente por este camino, firmemente convencidos de nuestra miseria e incapacidad. Pero, ¿cómo conseguir esto sin el conocimiento de sí mismo?
Letanías al
Espíritu Santo
Señor, ten piedad (bis)
Cristo, ten piedad (bis)
Señor, ten piedad (bis)
Cristo, óyenos (bis)
Cristo, escúchanos (bis)
Dios Padre
Celestial, Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor
del mundo, Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu
Santo, Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un
solo Dios, Ten misericordia de nosotros.
Espíritu que procede
del Padre y del Hijo, Ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu del Señor,
que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las fecundaste, Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu por
inspiración del cual han hablado los profetas, Ilumínanos
y santifícanos.
Espíritu cuya unción
nos enseña todas las cosas.
Espíritu que das testimonio de Cristo.
Espíritu de verdad
que nos instruyes sobre todas las cosa,
Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que
sobreviene a María.
Espíritu del Señor
que llena todo el orbe.
Espíritu de Dios que
habita en nosotros.
Espíritu de
sabiduría y de entendimiento.
Espíritu de consejo
y de fortaleza.
Espíritu de ciencia
y de piedad.
Espíritu de temor
del Señor.
Espíritu de gracia y
de misericordia.
Espíritu de fuerza,
de dilección (amor reflexivo) y de sobriedad.
Espíritu de fe, de
esperanza, de amor y de paz.
Espíritu de humildad
y de castidad.
Espíritu de
benignidad y de mansedumbre.
Espíritu de
multiforme gracia.
Espíritu que
escrutas los secretos de Dios.
Espíritu que ruegas
por nosotros con gemidos inenarrables.
Espíritu que
descendiste sobre Cristo en forma de paloma.
Espíritu en el cual
renacemos.
Espíritu por el cual
se difunde la caridad en nuestros
corazones.
Espíritu de adopción
de los hijos de Dios.
Espíritu que en
lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste.
Espíritu con el cual
fueron los apóstoles henchidos.
Espíritu que
distribuyes tus dones a cada uno como quieres.
Sednos
propicio, perdónanos, Señor.
Sednos
propicio, escúchanos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor
De todo pecado,
De tentaciones e
insidias del demonio.
De la presunción y
desesperación.
De la resistencia a
la verdad conocida.
De la obstinación y
de la impenitencia.
De la impureza de la
mente y del cuerpo.
Del espíritu de
fornicación.
De todo espíritu del
mal.
Por Tu eterna
procesión del Padre y del Hijo. Te rogamos óyenos.
Por Tu descenso
sobre Cristo en el Jordán
Por Tu advenimiento
sobre los discípulos.
En el día del
juicio, nosotros pecadores.
Para que así como
vivimos del Espíritu, obremos también por El.
Para que recordando
que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos.
Para que viviendo
según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne.
A fin de que por el
Espíritu mortifiquemos las obras de la carne.
Para que no te
contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios.
Para que seamos
solícitos en guardar la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz.
Para que no creamos
a todo espíritu.
Para que probemos a
los espíritus si son de Dios.
Para que te dignes
renovar en nosotros el espíritu de rectitud.
Para que nos
confirmes por tu Espíritu Soberano.
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del Mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del Mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del Mundo, ten piedad de nosotros.
Asístanos, te
pedimos Señor, la virtud del Espíritu Santo, que purifique clemente nuestros corazones y nos preserve de
todo mal. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
Letanías de
Nuestra Señora
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios Padre
Celestial. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor
del Mundo. Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu
Santo. Ten misericordia de
nosotros.
Trinidad Santa un
solo Dios. Ten misericordia de nosotros.
Santa María. Ruega por nosotros (se dice en cada advocación)
Santa Madre de
Dios,
Santa Virgen de las
vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina
gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre inviolada,
Madre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen
consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de
veneración.
Virgen digna de
alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Esclava del Señor,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra
alegría,
Vaso espiritual,
Vaso honorable,
Vaso insigne de
devoción,
Rosa mística,
Torre de David.
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo.
Estrella de la
mañana,
Salud de los
enfermos,
Refugio de los
pecadores,
Consoladora de los
afligidos,
Auxilio de los
cristianos,
Reina de los
ángeles,
Reina de los
patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los
apóstoles,
Reina de los
mártires,
Reina de los
confesores,
Reina de las
vírgenes,
Reina de todos los
santos,
Reina concebida sin
mancha original,
Reina asunta a los
cielos,
Reina del Santísimo
Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz,
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo. Ten
misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios, para que nos hagamos dignos de las promesas de Nuestro Señor
Jesucristo.
Te pedimos, Señor,
que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la
intercesión gloriosa de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de
este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Salve, estrella del mar, Madre, que diste a luz a Dios,Quedando perpetuamente Virgen, feliz puerta del cielo,Pues recibiste aquel Ave, de labios de Gabriel,ciméntanos en la paz, trocando el nombre a Eva.Suelta las prisiones a los reos, da lumbre a los ciegos,ahuyenta nuestros males, recábanos todos los bienes,Muestra que eres Madre, reciba por tu mediación nuestras plegarias,el que nacido por nosotros, se dignó ser tuyo.
Virgen singular, sobre todos suave,Haz que libres de culpas, seamos suaves y castos.Danos una vida pura, prepara una senda segura,Para que, viendo a Jesús, eternamente nos gocemos.Gloria sea a Dios Padre, loor a Cristo altísimoy al Espíritu Santo: a los tres un solo honor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario