Los demonios le temen a este tipo de humildad de pensamiento, porque saben que quien piensa así, es porque ha empezado a seguir la senda de los mandamientos de Dios.
Las diferencias entre los buenos pensamientos son de distintas clases; así, puede suceder que un individuo, con un sólo pensamiento bueno y afable pueda agradarle inmediatamente a Dios, cosa que otro, por su dejadez e indiferencia, tal vez no consiga ni siquiera en cincuenta años. Especialmente, si los demonios ven que uno que ha sido insultado condenado, deshonrado, o perjudicado de alguna forma, se exaspera, pero no por el daño sufrido, sino por no haberlo soportado con valentía. Los demonios le temen a este tipo de humildad de pensamiento, porque saben que quien piensa así, es porque ha empezado a seguir la senda de los mandamientos de Dios.
(Traducido de: Sfântul Cuvios Zosima, Învăţături şi scrisori de suflet folositoare, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 158) fuente Doxología
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