Con Jesús por la mañana.
«Es en la capacidad de dar con desinterés donde el amor le gana al egoísmo. Es en la entrega generosa de nosotros mismos donde se muestra la profundidad de un amor que no se agota en las palabras. Y eso es lo que celebramos en la navidad: el gesto de un Dios que se da a sí mismo. Aprendimos qué es amar cuando sabemos compartir, cuando damos lo mejor de nosotros mismos en lugar de dar sólo cosas. Entrégate a ti mismo dando cariño, afecto, ternura y perdón; da de tu tiempo y llenarás el corazón de los demás de la verdadera alegría y esperanza. Te quieren y necesitan a ti, no lo que les puedes dar. Decía San Juan de la Cruz: donde no hay amor pon amor, y sacarás amor.» (P.S.Donoso Brand). Ofrece todo lo que vivas por las intenciones del Papa: Para que en ninguna parte del mundo existan niños soldados. Pide la gracia que quieres conseguir en esta novena. Pregúntate, ¿Qué ofreces tú al Niño Dios en esta novena?
Con Jesús por la tarde.
«Mi alma canta la grandeza del Señor, mi espíritu se regocija de gozo en Dios mi Salvador, porque miró con bondad la pequeñez de su servidora, en adelante me llamarán feliz» (Lc 1,46-48). Da gracias por tus amigos, por las personas que te quieren bien. Reza por esas personas que te enseñan qué significa ser generosa.
Con Jesús por la noche.
Da gracias y pide luz. Dios estuvo hoy contigo, la riqueza y la sabiduría interior crecerán, si reconoces el paso de Dios por los acontecimientos que vives. Agradece las vivencias, experiencias, encuentros, lugares, personas de hoy. Pide luz… ¿De qué te hiciste consciente hoy? ¿Alguien necesita que le pidas perdón? ¿Hay necesidad de enmendar algo?
fuente El Evangelio en casa
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