miércoles, 21 de diciembre de 2016

SENCILLEZ

Con Jesús por la mañana.
«El tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús es una buena época para desterrar el orgullo y ser más conscientes de los males que acarrean la soberbia. Ninguna virtud nos hace mejores personas y nos acerca tanto a los demás como es la sencillez. Y ningún defecto es más despreciable que la arrogancia y altanería. El amor sólo reina en los corazones humildes, capaces de reconocer sus limitaciones y de perdonar su altivez. Gracias a la humildad es como actuamos con delicadeza, sin creernos más que nadie, imitando la sencillez de un Dios que “se despojó de sí mismo y tomó la condición de siervo” (Fil 2, 6.-1). Crecer en sencillez es un estupendo regalo para nuestras relaciones. Recordemos que en la pequeñez está la verdadera grandeza y que el orgullo acaba con el amor.» (P.S.Donoso Brand). Ofrece todo lo que vivas por las intenciones del Papa. Pide la gracia que quieres conseguir en esta novena. Pregúntate, ¿Qué ofreces tú al Niño Dios en esta novena?
Con Jesús por la tarde. 
Isabel exclamó con voz fuerte: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?» (Lc 1, 42-43). ¡Tu vida es un regalo para este mundo! Tu presencia hace más bello este mundo pues eres mensaje de Dios. Acércate a tus hermanos con sencillez de corazón.
Con Jesús por la noche.
Agradece los encuentros. Trae a la memoria las personas que hoy encontraste. ¿Recuerdas algún encuentro de manera especial? ¿Qué te ha hecho sentir? ¿Qué conversación recuerdas especialmente? ¿Por quiénes quieres agradecer?


Fuente El Evangelio en casa

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