# 253
“Es necesario despojarnos de todo y, cuando perdemos alguna cosa, reflexionar que no perdemos nada de lo que es nuestro. No son nuestros los favores divinos, no es nuestra la honra y el buen nombre, no es nuestra la salud, no son nuestros los bienes terrenos. No son nuestras las criaturas, no es nuestra la vida, ni la voluntad debe ser nuestra… Bienaventurado el despojamiento cristiano que nos libra de toda ansiedad y cuidado excesivo! Presérvanos de mil aflicciones, haznos saborear la paz y vivir tranquilos y seguros en los brazos paternos de Dios. Cuando no tengamos mas nada nuestro, seremos ricos en bienes de Dios. Poseeremos, antes, al propio Dios, Sumo e Infinito Bien.”
Beata Elena Guerra
Pensamientos de Fuego
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