Mi campo de trabajo es rescatar millones de jóvenes para Dios. Estoy gritando como lo hizo mi padre Don Bosco: "Dame almas y quedate con el resto." Domingo Sávio miró esa frase, en el cuadro, en latín, y no la entendió; entonces, pidió que San Juan Bosco la tradujera para él. Domingo Sávio vio que se trataba de un "negocio de almas" y le dijo: "Yo soy el primero".
Dios habló a mi corazón y ahora tengo una gran responsabilidad la de rescatar a jóvenes a Él. No sé cuántos varones y chicas jóvenes voy a conseguir llevar al Señor, no sé cuántos de ellos conseguiré que sean santos como San Francisco y Santa Clara . Pero sé que tengo un gran campo de acción con millones de jóvenes para evangelizar y amar.
No puedo darme descanso, tengo que arremangarme las mangas. Sé que no estoy solo. Hablando contigo, sé que el Señor está tocando tu corazón para que me ayudes a rescatar a la juventud para Él. Veo que Dios me dio la gracia de atraer a los jóvenes. No tengo nada especial, pero al mismo tiempo tengo todo: tengo al Señor Jesús.
¡Que Dios los bendiga!
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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