domingo, 6 de enero de 2019

Meditación: Mateo 2, 1-12

Hoy celebramos la manifestación de Dios encarnado a los gentiles, los no judíos, y su llamamiento a la salvación a toda la humanidad. Muchos hebreos del siglo I esperaban con ansias al Mesías, que los libraría de la opresión extranjera y restablecería la nación de Israel como lugar de la morada de Dios; pero Jesús no vino a librar a su pueblo de la opresión política o militar, sino a salvarlo “de sus pecados” (Mateo 1, 21).

Los reyes magos fueron los primeros gentiles a los que se manifestó Jesús, Dios y Hombre. Ellos, en quienes se considera que está personificada toda la humanidad no hebrea, llegaron buscando al “rey de los judíos” y encontraron al ¡Rey del universo! Pero ¿quiénes eran estos reyes magos? Probablemente sabios astrónomos dedicados a estudiar el cosmos y el sentido de la vida humana en el universo. Buscaban la verdad con tanto interés que emprendieron un largo y arduo viaje para encontrarla, y cuando finalmente llegaron donde estaba el Niño Jesús —la Verdad encarnada— se postraron a sus pies y lo adoraron: ¡Esta es la señal más inequívoca de la sabiduría!

Hoy también, gente de todos los orígenes y condiciones vienen, consciente o inconscientemente buscando la verdad y la vida que residen en Cristo.

Por eso, haríamos bien en orar regularmente por la gente de todas las religiones y culturas para que lleguen a conocer la salvación y la plenitud de vida que Dios les ofrece a todos en Cristo Jesús. Oremos por los que buscan sinceramente la verdad, especialmente los que la buscan en lugares erróneos; pidámosle sabiduría al Señor para reconocer a estas personas con quienes Dios quiere que compartamos su luz y su amor. Como una vez nos instaba San Juan Pablo II, seamos como la estrella que guía a los demás a la luz de Cristo “para que todas las personas y pueblos que buscan la verdad, la justicia y la paz lleguen a Jesús, el único Salvador del mundo.”
“Gracias, Padre eterno, por revelarnos que tu plan de salvación es para todos, incluso para mí. Ayuda, Señor, a todos los que te buscan a que encuentren la luz de la verdad en tu Hijo Jesús, nuestro Señor.”
Isaías 60, 1-6
Salmo 72(71), 1-2. 7-8. 10-13
Efesios 3, 2-3. 5-6

fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

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