miércoles, 2 de enero de 2019

No hay que esperar a otro

Jerónimo
Sobre el Libro del Profeta Isaías: No hay que esperar a otro
«Ese es el que bautiza con Espíritu Santo» (Jn 1,33)
Capítulo 11

«Saldrá un renuevo del tronco de Jesé (padre de David), un vástago brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor» (Is 11,1-2). Toda esta profecía concierne al Cristo. La rama y la flor que salen de la cepa de Jesé, los judíos lo interpretan del Señor mismo: para ellos la rama es el símbolo del cetro real; la flor, la de su belleza. Nosotros los cristianos, vemos en la rama nacida de la cepa de Jesé a la Virgen Santísima, a quien ninguno se unió para hacerla fecunda. Es a ella quien designaba bien alto el mismo profeta: «He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo» (7,14) Y en la flor reconocemos al Señor nuestro Salvador que dice en el Cántico de los cánticos: «Soy la flor de los campos y la azucena de los valles» (Ct 2,1).

Sobre esta flor que brota de repente de la cepa y de la raíz de Jesé por la Virgen María, va a reposar el Espíritu del Señor, «Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente» (Col 2,9). No de manera fragmentaria, como sobre otros santos, pero según lo que se lee en el evangelio de Mateo: «He aquí a mi Siervo a quien escogí, mi Amado, en quien me complazco. Pondré mi Espíritu sobre él y anunciará el juicio a las naciones.» (Mt 12,18; Is 42,1). Aplicamos esta profecía al Salvador en quien el Espíritu del Señor reposó, lo que quiere decir que establece en él su morada eterna. Así como lo demuestra Juan Bautista, desciende para quedar sin cesar sobre él: «Ví el Espíritu descender del cielo como una paloma y quedarse sobre él. No lo conocía, sino el que me envió a bautizar en el agua me dijo: 'aquel sobre el que verás el Espíritu descender y quedar, es ése el que bautiza en el Espíritu Santo'». Este Espíritu se llama «Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de fuerza, Espíritu de ciencia, de piedad y de temor al Señor» (Is 11,2). Es la fuente única y misma de todos los dones.

Jerónimo
Sobre el Libro del Profeta Isaías: No hay que esperar a otro
«Ese es el que bautiza con Espíritu Santo» (Jn 1,33)
Capítulo 11

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