sábado, 19 de enero de 2019

Responder con diligencia a la llamada

Francisco de Sales
«Se levantó y lo siguió» (Mc 2,14)

«Al pasar, vio a Leví el de Alfeo, sentado al telonio, y le dijo: sígueme. Y él, levantándose, le siguió.» Mc 2, 13-17 

Mirad cómo la Santísima Virgen escucha la Palabra divina y cómo la guarda. Y dejando toda otra palabra, fijémonos en la de la vocación. ¡Dios mío, qué fiel ha sido Ella en esto! 

El Señor le dice al oído, o mejor, al interior del corazón: «Escucha, Hija, mira, inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna. El rey está prendado de tu belleza.» Fijaros en esas palabras: Escucha, Hija. Como si quisiera decir: para oír bien, hay que escuchar bien. Pero además, hay que inclinar el oído y estar atento, o sea, abajarse y humillarse, para entender lo que es la voluntad de Dios. «Olvida tu tierra y deja la casa de tus padres....» Como si dijera: No te basta con escuchar la divina inspiración y bajarte para escucharla mejor. Tienes que retirar tu corazón y tus afectos de tu patria y de tus padres y venir al lugar que te mostraré. 

¡Qué santa y admirable amonestación la que Dios hace al corazón de tantas criaturas y que ha sido escuchada y comprendida por muchas de ellas! Pero sin embargo, no sé cómo sucede que muchos han oído la palabra sagrada y a pesar de ello no han acudido donde Dios los llamaba. ¡Cuántos exámenes para ver si la inspiración es verdadera, si viene de Dios! ¡Qué manera de escudriñar y de indagar! Dios os lo dice, no andéis escuchando tantos discursos porque os ponéis en peligro; no os adormiléis, estad prontos. Mirad qué diligente fue la gloriosa Virgen. No se durmió sino que se levantó con presteza y se fue. Se fue a donde Dios la conducía. Y el Rey del cielo suspira por su belleza y la ha elegido no solamente como esposa sino también por Madre suya.

Francisco de Sales
Sermón: Responder con diligencia a la llamada
«Se levantó y lo siguió» (Mc 2,14)
IX, 390

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