martes, 5 de mayo de 2020

EL PADRE Y YO SOMOS UNO


“El Padre y yo somos uno”

Los cristianos son bautizados “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28,19). Antes responden “Creo” a la triple pregunta que les pide confesar su fe en el Padre, en el Hijo, en el Espíritu: “La fe de los cristianos se cimenta en la Santísima Trinidad” (S.Cesáreo de Arlés).

El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterio de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la “jerarquía de las verdades de fe. Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela, reconcilia consigo a los hombres que se apartan del pecado…

La Trinidad es un misterio de fe en sentido estricto, uno de los “misterios escondidos en Dios, que no pueden ser conocidos si no son revelados desde lo alto”. Dios, ciertamente, ha dejado huellas de su ser trinitario en su obra de creación y en su revelación a lo largo del Antiguo Testamento. Pero la intimidad de su Ser como Trinidad Santa constituye un misterio inaccesible a la sola razón e incluso a la fe de Israel antes de la Encarnación del Hijo de Dios y el envío del Espíritu Santo.



Catecismo de la Iglesia Católica
§ 232-234, 237

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