jueves, 13 de julio de 2017

CONSAGRACIÓN TOTAL A JESÚS - Día 1 de 33

Primera Parte
DOCE DÍAS PRELIMINARES
Tema: El espíritu del mundo





Examina tu conciencia, reza, practica la renuncia a tu propia voluntad; mortificación, pureza de corazón. Esta pureza es la condición indispensable para contemplar a Dios en el cielo, verle en la tierra y conocerle a la luz de la fe.
La primera parte de la preparación se deberá emplear en vaciarse del espíritu del mundo, que es contrario al espíritu de Jesucristo. El espíritu del mundo consiste en esencia en la negación del dominio supremo de Dios, negación que se manifiesta en la práctica del pecado y la desobediencia; por tanto es totalmente opuesto al espíritu de Jesucristo, que es también el de María.
Esto se manifiesta por la concupiscencia de la carne, por la concupiscencia de los ojos y por el orgullo como norma de vida, así como por la desobediencia a las leyes de Dios y el abuso de las cosas creadas. Sus obras son el pecado en todas sus formas; en consecuencia todo aquello por lo cual el demonio nos lleva al pecado; obras que conducen al error y oscuridad de la mente y seducción y corrupción de la voluntad. Sus pompas son el esplendor y las artimañas empleadas por el demonio para hacer que el pecado sea deleitoso, en las personas, sitios y cosas.


DÍA 1º
San Mateo 5, 1-19
"Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. 2.Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: 3.«Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. 4.Felices los afligidos, porque serán consolados. 5.Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. 6.Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. 7.Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. 8.Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. 9.Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. 10.Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. 11.Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. 12.Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron. 13.Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. 14.Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. 15.Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. 16.Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo. 17.No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. 18.Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. 19.El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos."

Oraciones para los doce días preliminares

publicado el 13 de Julio de 2017

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