Tú que derramas Tu Gracia sobre aquellos que invocan Tu Santo Nombre,
Tú que alegras y llenas de gozo y optimismo las jornadas,
Tú que despiertas la esperanza dormida.
¡Fortalece las manos débiles,
Robustece las rodillas vacilantes.
Levanta Tu Voz y quiebra sorderas!
Llénanos de Tu Amor, de Tu Fuerza.
Que Tu presencia poderosa sea acogida y sentida en nuestro corazón.
Que sepamos que sólo Tú tienes el Poder, todo poder.
Que ningún miedo, soledad o rencor nos aparte de ti.
Siembra un solo deseo: ser tuyos.
Abre caminos de amor y de bendición para recorrerlos
seguros, en Tu Nombre, Contigo!
Amén.
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