LA NUEVA ESPERANZA.
"En Jesús, Dios se hizo cargo de la carne humana. El Espíritu de Dios cubrió a María y en ella toda enemistad entre el espíritu y el cuerpo fue superada. Así, el Espíritu de Dios se unió al espíritu del hombre y el cuerpo humano se transformó en el templo destinado a elevarse hacia la intimidad con Dios a través de la Resurrección.
A todo cuerpo humano se le ha dado una nueva esperanza, la de pertenecer eternamente al Dios que lo creó.
Gracias a la Encarnación puedes hacer que tu cuerpo te vuelva a pertenecer. "
HENRI NOUWEN
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