Tiempo de Cuaresma
Año de la Misericordia
“Por ti, yo, tu Dios, me he hecho tu hijo; por ti yo, tu Señor, me he revestido de tu condición servil; por ti, yo, que estoy sobre los cielos, he venido a la tierra y he bajado al abismo; por ti me he hecho hombre, semejante a un inválido que tiene su cama entre los muertos; por ti, que fuiste expulsado del huerto, he sido entregado a los judíos en el huerto, y en el huerto he sido crucificado” (Texto anónimo, sobre el grande y santo sábado).
II Miércoles de Cuaresma: Entrega
La imagen, tan conocida, de Jesús a los pies de Pedro, de Köder, representa muy bien el misterio de la entrega de Jesús, de su abajamiento, por amor a nosotros.
Texto bíblico: “El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»
Dice el papa Francisco: “El servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva de la misión de la Iglesia y expresión irrenunciable de su propia esencia». Así como la Iglesia es misionera por naturaleza, también brota ineludiblemente de esa naturaleza la caridad efectiva con el prójimo, la compasión que comprende, asiste y promueve” (EG 179).
Pensamiento: Solo cuando te sabes el último y el menor de todos, te liberas de los agravios comparativos y de las posibles ofensas por los “puntos de honra”.
Oración: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva”.
Propuesta¿Te reconoces libre de las consideraciones humanas? ¿Te atreves a practicar un gesto de humildad?
Es una publicación cuaresmal de Ciudad Redonda
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